sábado, 28 de marzo de 2015

Archivos neurálgicos


Podemos diferenciar zonas distintas que trabajan entre sí para procesar la información, estas son: la Memoria Sensorial (MS), la memoria a corto plazo o mejor dicho Memoria de Trabajo (MT) y la Memoria a Largo Plazo (MLP).

 La primera en recibir la información es la MS, allí llega toda la información captada por los receptores a través de los sentidos: vista, oído, olfato, gusto, tacto, propioceptores y demás sentidos menos conocidos. Pero hay un problema, llega demasiada información al mismo tiempo como para procesarla toda. Para solventar este problema se ponen en funcionamiento los mecanismos de atención y percepción, los cuales se encargan de transmitir la información seleccionada desde la MS hasta la MT.



 Una vez en la MT la información es manipulada y empaquetada en paquetes de 5 a 9 items (letras, números,…) o chunks (cada chunk es una agrupación de ítems: palabras, números de teléfono,…). Esta información debe ser procesada rápidamente ya que en la MT la información solo dura unos 18 segundos, todo lo que no se haya procesado antes de ese tiempo será olvidado.

Mediante la repetición de la información, esta pasa a la MLP, un gran almacén donde queda registrada toda la información que le llega y con mucha duración. Podemos diferenciar dos tipos de información: declarativa (lo que sabemos hacer y somos capaces de conceptualizar: hechos, definiciones, reglas,…) y procedimental (conocimientos sobre cómo se realizan las actividades: conducir, hacerte una cuenta en una red social, armar un mueble,…).

La MLP no es pasiva, no se dedica solo a almacenar, también interacciona con la MCP para proporcionarla información ya almacenada y repasarla, ampliarla y/o modificarla.


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